Nada mejor que una caja de recuerdos para tener siempre
presente los momentos de un verano inolvidable.
Después de pasarme todo el verano buscando una caja de madera
en condiciones para este craft, decidí hacer un apaño con un joyero de madera.
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Desmonté la tapa de cristal y me quedé con el interior
(una caja con separadores de diferentes tamaños).
Pinté la caja con spray blanco y la decoré con papeles
de scrapbook en el interior de cada compartimento.
Añadí fotos, botones, un tapón de corcho, conchas de la playa, adhesivos, cinta, etc.
Cada compartimento muestra algo significativo de las vacaciones.
Es como un diario con pocas palabras y mucha imagen
todo recogido en un espacio que puede colgarse o colocarse encima de un mueble.